UNO QUIERE vencer, sobre todo, esa antiquísima idea de que la poesía es inútil.
¿Cómo va a ser inservible si a nosotros -a ti y a mí por lo menos- es lo único que nos mantiene ecuánimes?
De la poesía -juego con fuego que algunos no toman en serio- hay que cuidarse más, mucho más que de policías y políticos, de narcos y sicarios: éstos te levantan, te torturan, te degüellan… con suerte te cobijan, te encostalan y ya no sientes nada;
Mas la poesía / dice / y calla/ calla y dice/ su murmurio cala hondo -c u ch i ll i t o de palo- su resonancia desuella lo mismo a farsantes que a tiranos, incluso, al propio autor, le revienta membranas, le afloja los tornillos: ah, le permite ver (lo imposible).
Y ahí va -¿hasta dónde llegará?-
Mancilla catedrales, incendia miradas, beatifica burdeles, derriba mil palacios, estalla en tímpanos inocentes y refuta diplomados ¡y premios!.
No es extraño tampoco, que la encuentren dando respiración de boca a boca a subversivos, trasnochadores y uno que otro elegido enamorado.
UNO QUIERE vencer,
ResponderEliminarsobre todo,
esa antiquísima idea
de que la poesía
es inútil.
¿Cómo va a ser inservible
si a nosotros
-a ti
y a mí
por lo menos-
es lo único
que nos mantiene
ecuánimes?
De la poesía
-juego con fuego
que algunos
no toman
en serio-
hay que cuidarse
más,
mucho más
que de policías y políticos,
de narcos
y sicarios:
éstos te levantan,
te torturan,
te degüellan…
con suerte
te cobijan,
te encostalan
y ya no sientes nada;
Mas la poesía / dice / y calla/
calla y dice/
su murmurio cala hondo
-c u ch i ll i t o de palo-
su resonancia desuella
lo mismo a farsantes que a tiranos,
incluso, al propio autor,
le revienta membranas,
le afloja los tornillos:
ah, le permite ver (lo imposible).
Y ahí va
-¿hasta dónde llegará?-
Mancilla catedrales,
incendia miradas,
beatifica burdeles,
derriba mil palacios,
estalla en tímpanos inocentes
y refuta diplomados ¡y premios!.
No es extraño tampoco,
que la encuentren
dando respiración de boca
a boca
a subversivos,
trasnochadores
y uno que otro elegido enamorado.